Toma Nota - 2021
La única forma de saber con seguridad si has adquirido VIH es haciéndonos la prueba.
La prueba de VIH te la puedes realizar en cualquier Unidad Médica (Centro de Salud u Hospital). De igual manera existen organizaciones de sociedad civil y clínicas privadas que brindan servicios médicos a la población en general, pero con énfasis en los Servicios Amigables para Adolescentes y Jóvenes.
Al llegar al lugar indicado solicita información al personal médico sobre la ubicación del área de Epidemiología o la clínica para Adolescentes y Jóvenes; una vez que estés ahí, indica al personal que llegas a realizarte una prueba de VIH, ellos te dirán si debes pasar alguna consulta previa en la cual te den una orden para dicho examen.
Una vez que ya tienes la orden para la prueba de VIH, el personal médico está en la obligación de informarte sobre el llenado del consentimiento informado, que es un documento que firmas en donde autorizas que se te practique dicha prueba. No se te pide tu nombre, ni dirección solo debes brindar tus iniciales y fecha de nacimiento para armar un código mediante el cual identificarán tu prueba y su resultado.
A la par del consentimiento informado te llenarán una hoja (ficha de prácticas sexuales) donde te solicitarán información con respecto a las prácticas sexuales que has experimentado en el último año o seis meses y tienes la responsabilidad de responder honestamente, ya que eso ayudará a identificar los factores y nivel de riesgo al que te has expuesto. Tanto este documento como el consentimiento informado debes firmarlo.
Pre consejería:
En este espacio te atiende un o una enfermera, médico/a, psicólogo/a o educador/a y llenas los documentos que te mencionamos (ficha de prácticas sexuales y consentimiento informado). Lo más importante de este momento es que la persona que te atiende te brinda información sobre VIH; su transmisión, prevención y enfatiza en el uso del condón en cada relación sexual.
Es el espacio donde puedes también plantear tus dudas, preguntas e inquietudes a fin de aclararlas. El o la profesional que te atienda tiene la responsabilidad y obligación no solo de brindarte la información si no también de establecer un ambiente de confianza, donde no te sientas juzgado, intimidado, nervioso o con miedo ante los resultados de la prueba.
Este momento es cuando te hacen pasar con un laboratorista quien se encarga de extraerte la muestra de sangre necesaria para la prueba.
Toma de muestras de sangre:
Actualmente lo que realizan son pruebas rápidas que consisten en extraer una o dos gotas de sangre del dedo pulgar (izquierdo o derecho) mediante un breve pinchazo y colocarlas en una banda (tablilla) pequeña en donde se le aplica un líquido (buffer pero también se le conoce como reactor) que es el que permite identificar el resultado.
Al colocar la muestra de sangre en la banda y aplicarle el reactor (buffer), ésta se desplaza hasta dar el resultado: si aparece una raya sobre la banda eres No reactor (o sea no has adquirido VIH), si aparecen dos rayas sobre la banda eres Reactor (positivo probable de VIH).
Una vez que te han tomado la muestra de sangre el resultado te lo entregan en 20 minutos.
Post consejería y entrega de resultado:
La post consejería es el momento que se ha designado para hacerte entrega oficial del resultado de tu prueba de VIH. El resultado debe entregarse en un sobre sellado. El consejero que te atiende debe prepararte para cualquiera que sea el resultado.
Si el resultado es negativo la o el consejero reafirma la información sobre la prevención del VIH, te orienta que dicha prueba debes realizártela cada seis meses y que el resultado negativo que obtuviste solo indica que hasta ese momento no has adquirido el VIH, pero no significa que no puedas adquirirlo más adelante si te expones a situaciones de riesgo.
Si el resultado es positivo la o él consejero te indican los pasos a seguir. Primero que tomes el resultado con calma, respira profundo, toma aire y fuerzas para afrontar la situación. El resultado que tienes representa una alta probabilidad que seas VIH pero debes realizarte una prueba confirmatoria que solo la realiza el Ministerio de Salud, por lo tanto, te referirán a un hospital donde te la practiquen, esta prueba se llama ELISA. Existen casos que aún haciéndote la prueba de ELISA te orientan que debes realizarte otra prueba que se llama Westerblood para estar completamente seguros de tu condición.
La información brindada al consejero o especialista que te atendió en la pre y post consejería es confidencial así como el resultado obtenido.
El procedimiento de la prueba de ELISA y Westerblood es un tanto diferente a las pruebas rápidas. En estas pruebas te extraen una cantidad mayor de sangre de uno de tus brazos y es analizada en un laboratorio; entregándote el resultado dos días después de realizada. También te brindarán pre y post consejería.
Si una vez realizada la prueba de ELISA el resultado sigue siendo positivo debes aceptar de forma madura que eres una persona que vive con VIH y te referirán a un médico para tu valoración. Te integrarán al Programa Nacional de Prevención y Atención del VIH y el Sida; ahí podrás acceder no solo a apoyo psicológico, si no también a los medicamentos que necesitas para mejorar tu condición de salud e impedir el avance del virus a la etapa Sida. Estos medicamentos se llaman Antirretrovirales (TAR).
¿Sabías que?: Los Antirretrovirales (TAR) te ayudan a prologar la vida, sin embargo, el VIH a la fecha no tiene cura. El tipo, cantidad y frecuencia que debes tomar de los antirretrovirales solo te lo puede indicar un o una médica con amplia experiencia en el tema.
Debes saber que las pruebas para VIH no detectan al virus en sí, lo que detectan son los anticuerpos que nuestro organismo produce para contrarrestarlo o combatirlo. El organismo del ser humano no produce de manera natural este tipo de anticuerpos solo cuando se da cuenta que hay presencia de células de VIH.
Se recomienda que: Las pruebas de VIH te la realices tres meses después que tuviste una práctica de riesgo; este es el tiempo en el cual el organismo inicia a producir los anticuerpos que detecta la prueba. Esta prueba debe convertirse en una rutina cada 6 meses; así como los exámenes de orina heces, Biometrías Hemáticas Completas – BHC, linfocitos, triglicéridos etc. Así si has adquirido VIH te darás cuenta a tiempo y podrás emprender acciones para detener el avance del virus y mejorar tu calidad de vida.
Si sigues al pie de la letra las orientaciones y recomendaciones que te darán en el acompañamiento psicológico y médico podrás mejorar tu condición de vida. Éstas se refieren a transformar tus hábitos alimenticios y nutricionales, comportamientos y prácticas sexuales, actividades cotidianas (no fumar, no tomar, no injerir drogas, no trasnocharse, hacer ejercicio) etc.
La información sobre VIH es fundamental para que sepas cómo cuidarte, prevenir y protegerte de adquirirlo o reinfectarte, también evita su transmisión a otras personas.